***Pongamos los pies en la tierra, somos una tercera división Europea***
No son casualidad los comentarios hechos por los periodistas
internacionales, especialmente los alemanes. Estos nos catalogan como una
selección de segunda división, esto para no maltratarnos mucho nuestra
moral. Que pensará el mundo de nosotros, que pensarán equipos como Nigeria,
Camerún entre muchos otros; equipos europeos que quedaron fuera de las
aspiraciones mundialistas, sin mundial, esto por rondas clasificatorias de
muy alto nivel donde todos mueren por esas plazas de gloria.
Piensen por un momento, si Costa Rica estuviera localizada en Europa,
llegaríamos a rozar la magia mundialista… talvez, y por qué digo
talvez, lo digo porque si fuéramos un equipo oriental, tendríamos un grupo
de profesionales, un grupo de atletas. Que vergüenza ver jugadores de
nuestro país, deportistas nacionales, intercambiando sus camisetas y
observar cuerpos flatulentos como los de cualquier mejenguero de canchas
abiertas de nuestro país. Como es posible que equipos costarricenses tengan
que llegar a medidas extremas de suspender jugadores por problemas de
alcohol; a eso llaman profesionalismo en el deporte. Esta creencia de
nuestros líderes deportivos donde dicen que algo así siempre se ha visto en
el fútbol nacional, es la que necesitamos erradicar.
Necesitamos urgentemente cambiar nuestra mentalidad conformista con complejo
de superioridad, en la que pensamos que nuestro equipo es uno de los mejores
del mundo, creyendo que podemos llegar a unos octavos de final de un mundial
con el equipo de los amigos de un técnico. Piensen una vez más, cuál ha
sido el mejor mundial de una selección costarricense… claro, Italia
90. Que pasó para esa copa del mundo, se culminó un proceso clasificatorio,
llegando un técnico extranjero profesional de muy alta calidad como lo es
don Bora Milutinovic. Se hace una nueva selección nacional basada en
habilidad y destreza, no en argollas, no por amistad, no por un color de
camiseta. Muchos lloraron pero ustedes dirán, ustedes vieron cual fue el
resultado.
Donde estuvo el amor de Costa Rica en la cancha hoy. Alguien vio a algún
tico llorando, pateando el suelo, desentrañados de vergüenza por el papel
que se hizo en el mundial, por lo menos yo no vi ninguno. Por otro lado
si logré observar a los paraguayos, sufrieron la derrota contra Suecia en el
último minuto donde se veía el verdadero amor por la camiseta. Ustedes creen
que ellos iban a jugar un mundial buscando un fichaje en el extranjero o
alguna satisfacción personal, para nada, ellos buscaban una gloria para su
país, para su equipo, con pasión, con corazón, dejando todo en la cancha.
Desgraciadamente, esa actitud no la percibí en ningún tico de nuestra
selección, ni en el antes, ni en el después. Esa pasión la vi en muchos
aficionados, personas que lloraban en las calles, niños tristes que no saben
lo que pasa, no saben por que no tenemos un equipo del cual poder sentirnos
orgullosos, porque no importa salir perdiendo, pero hay que salir perdiendo
con la cabeza en alto y con los corazones en la cancha en cualquier cosa que
hagamos. Eduquemos a nuestros niños así, necesitamos una nueva generación,
una generación que traiga este gen, que al parecer, muchos de nosotros no
tenemos.
Es muy importante pensar, darnos cuenta donde estamos parados. Es
indiscutible la necesidad de cambiar a nivel de directivos tanto en los
clubes como en la misma selección nacional. O se les olvida lo que pasó con
Guimaraes en el mundial pasado. Costa Rica es un país muy pequeño, por lo
que la teoría nos dice que es mucho más fácil de controlar pero de igual
forma, es mucho más fácil de manipular. Yo pienso que esto, es lo que nos ha
estado haciendo esta gente. Situaciones como negligencia de las entradas
del mundial donde don Hermes Navarro nos levanta un discurso absurdo
del ponernos a exigir; donde está la moral de este país de paz, no
en nuestros dirigentes por lo visto.
Quiero cerrar este pensamiento muy personal diciendo, nosotros como
país en diversos campos, la música, el arte, el teatro, el deporte y en
muchos otros, somos muy capaces de llegar alto, pero por factores como
la corrupción en algunos casos y por la mediocridad en otros, seguimos
siendo el pequeño país de la paz, y por qué no, el pequeño país de la
cultura, del arte, del deporte, de los negocios y el turismo.
Cambiemos nuestra mentalidad, enseñemos a nuestros hijos a luchar por lo que
quieren, a ser profesionales en todo lo que hagan en la vida, erradiquemos
este virus de mediocridad que está haciendo, que muchos ticos,
desaparezcan día a día, buscando el camino más fácil para llegar al triunfo.
*Envía este mensaje a un mínimo de 10 personas y talvez algún futbolista,
directivo o hasta político lo pueda ver y hacer algo por nuestro país…*